Nacional

México prepara un programa para acelerar la reunificación familiar de los migrantes cubanos

La Secretaría de Relaciones Exteriores asegura que la medida responde al aumento de peticiones de este tipo de visas

El consulado de México en La Habana y la Secretaría de Relaciones Exteriores implementarán desde este viernes un programa con citas “exclusivas” para facilitar la reunificación familiar de cubanos que trabajan en México, pero que tienen a su familia en Cuba. La medida, exclusiva para personas de esta nacionalidad, llega en un momento ideal de las relaciones entre ambos países y días después de la visita a México de Miguel Díaz-Canel, el presidente de Cuba. Andrés Manuel López Obrador le condecoró el pasado fin de semana con la orden mexicana del Águila Azteca, la más alta condecoración que se puede dar a un Jefe de Estado extranjero, por el apoyo que su país brindó a México durante la pandemia de Covid-19.

Esta medida apela especialmente a los médicos cubanos, que trabajan en el sistema público de salud mexicano desde la llegada de López Obrador a la presidencia. Ya son 610 los médicos que hay repartidos por los distintos estados de la República, según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Ambos mandatarios se reunieron con algunos de ellos en Campeche, en una sede del IMSS. Allí, López Obrador dijo a su homólogo que probablemente requerirán más médicos de Cuba: “Ojalá que nos ayuden con más médicos y especialistas”. El presidente dijo que los necesita para completar la plantilla en centros de salud y hospitales de México antes del verano.

Cuatro días después de la visita de Díaz-Canel, el IMSS publicó una licitación con contratos para el hospedaje y alimentación de 43 médicos cubanos que trabajaran en Michoacán, revelando la buena sintonía de las relaciones entre los dos países. Tendrán acceso a hospedaje, desayuno, comida y cena. El texto del IMSS en el que se especifican las condiciones, informa de que el hospedaje será en habitación doble. Los médicos serán distribuidos en distintas localidades de Michoacán como parte del convenio de trabajo establecido entre los dos países.

La noticia desató las quejas de los médicos mexicanos, que se quejan de que viven y viajan en condiciones mucho peores cada vez que tienen que realizar un trabajo fuera de su lugar de residencia. En una entrevista con EFE, el cirujano y analista de políticas públicas de salud Xavier Tello lamento la dirección que estaba tomando la política de salud del Gobierno: “Lo que tiene que hacer México es inyectar recursos, los médicos mexicanos deberían tener mayor remuneración y una mejor oferta de trabajo, en vez de seguir pagando poco y estigmatizándolos porque no quieren aceptar los trabajos mal pagados”.

Otro frente en el que las dos economías están colaborando es la importación de piedra rajón para la construcción del Tren Maya. A finales de diciembre del 2022, el cargamento estaba esperando a ser enviado a México en un puerto de Cienfuegos, la ciudad de Cuba desde que la serían enviados con destino a Yucatán, según la Empresa Servicios Portuarios. Al principio se comenzará con un envío mensual de 90.000 toneladas de piedra, cifra que deberá aumentar paulatinamente hasta alcanzar las 200.000 toneladas mensuales. La piedra se utilizará como “colchón” capaz de absorber las vibraciones del tren a lo largo de 500 kilómetros de vía.

La estrecha relación entre López Obrador y Díaz-Canel, que ya se han visto cinco veces desde que accedieron al poder, corre el riesgo de tensar las relaciones con Estados Unidos, que todavía mantiene el histórico embargo económico a la isla que impuso hace más de 60 años. Sin embargo, este domingo Marcelo Ebrard, el secretario de Relaciones Exteriores, aseguró que México y Estados Unidos son aliados, pero no tienen “intereses idénticos”. Después de despedir al presidente cubano, Ebrard dijo que la visita “no es afán de molestar o entrar en fricción”. Quiere “dejar atrás el pasado, levantar el bloqueo” y llevar una convivencia fraterna que “favorezca la estabilidad en América”.

Las relaciones entre México y su vecino del norte también dieron muestras de buena salud a principios de febrero. La Secretaría de Exteriores publicó un informe sobre de la drástica reducción de detenciones de migrantes procedentes de Venezuela, Haití, Cuba y Nicaragua en la frontera entre México y Estados Unidos. Los datos fueron presentados por la cancillería como un éxito de la última política pactada entre ambos países para reducir el flujo migrantes al norte del río Bravo. El texto apunta a la reducción en un 97,5% de llegadas de cubanos y “un flujo cercano a cero de personas haitianas”.

Joe Biden, ante la presión creciente de los estados más republicanos del sur de Estados Unidos, primeros receptores de esa presión migratoria, decidió ampliar el programa de visas a distancia que ya había aplicado a varias nacionalidades. El nuevo programa pretende otorgar cada mes 30.000 permisos especiales a migrantes de Venezuela, Cuba, Haití y Nicaragua que entren en avión al país. Los que entren a pie, cruzando ilegalmente la frontera, serían sancionados y penalizados a no poder conseguir esta visa posteriormente. Todo con el beneplácito de México, que ha visto como se saturaban los albergues de migrantes sin proporcionar apoyo adicional.

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