El 22 de febrero de 2023 fueron capturados en México tres de los principales líderes de la organización criminal pandillera Mara Salvatrucha, mejor conocida como MS-13. Luego de haber sido detenidos, Vladimir Antonio Arévalo Chávez, alias “Vampiro de Monserrat Criminales”; Walter Yovani Hernández Rivera, alias “Baxter de Park View” y Marlon Antonio Menjivar Portillo, alias “Rojo de Park View”, fueron extraditados a Estados Unidos (EEUU), en donde tuvieron sus comparecencias iniciales.

Como parte de este proceso, la Corte del Distrito Este de Nueva York desclasificó un documento, al que México tuvo acceso, en el que se incluye la acusación por varios cargos criminales contra 13 miembros de alto rango de la MS-13.

Los sujetos señalados por la Fiscalía estadounidense fueron acusados de asociación para el crimen organizado, conspiración para proporcionar o encubrir apoyo material a grupos terroristas y asociación para el narcoterrorismo.

Cuatro de ellos, además, estarían involucrados en acciones relacionadas con el tráfico ilegal de personas que habría culminado en muerte.

Entre la lista de altos cabecillas de la MS-13 resaltaron cuatro individuos que, de acuerdo con informes recabados por la plataforma Insight Crime y datos de la Policía Nacional Civil (PNC) de El Salvador, se encuentran prófugos en México:

– José Wilfredo Ayala Alcántara, alias “Indio de Hollywood”.

– Jorge Alexander De La Cruz, alias “Cruger de Peatonales”, “Pelón” o “Gruge”.

– Juan Antonio Martínez Abrego, alias “Mary Jane de Hollywood”.

– Francisco Javier Román Bardales, alias “Veterano de Tribus” o “Enano”.

Acorde con las acusaciones del gobierno estadounidense, estos hombres habrían sido parte fundamental de las labores de expansión de la MS-13 a México a través de lo que se conoce como “Programa México”.

Aunque desde 2007 se reportó la presencia de este grupo criminal en el país, fue aproximadamente en 2015 cuando llegaron los líderes del “programa” a tierras aztecas para fortalecer la estructura de la MS-13 y facilitar su comunicación con los jefes establecidos en EEUU.

Conviene acotar que, en el contexto de la estructura que rige el funcionamiento de la MS-13, los “programas” son asociaciones de pandillas que se brindan apoyo entre sí mediante el abasto de armas, nexos para el tráfico de drogas y respaldo en pugnas territoriales.

Cada una de estas confederaciones de pandillas está liderada por un jefe (llamado “corredor”) que, a su vez, responde a los líderes de las “Zonas” en El Salvador, que ostentan un nivel jerárquico superior.

México fue considerado por la MS-13 como una oportunidad para incrementar su control territorial y obtener nuevos modos de financiamiento ilícito. Fue así que se establecieron en distintas rutas de migración que corren desde Guatemala a Estados Unidos para cobrar cuotas tanto a inmigrantes como a “coyotes” que quisieran utilizar dichos trayectos. El dinero recolectado era enviado a los líderes de la organización en El Salvador para la compra de armas, drogas y otros “gastos logísticos”.

Respecto a los líderes que actualmente seguirían prófugos en México, existen registros de que José Wilfrido Ayala Alcántara, alias “Indio de Hollywood”, se unió a la MS-13 cuando vivía en EEUU y, tras ser deportado a El Salvador, fue encarcelado.

Después de eso se convirtió en uno de los líderes de la más alta esfera de la organización y se encargó de coordinar las operaciones de la MS-13 en EEUU, primordialmente las relacionadas con el tráfico de narcóticos.

Por su parte, la Fiscalía de aquel país señaló a Juan Antonio Martínez Abrego, alias “Mary Jane de Hollywood”, como pieza clave para, desde México, coordinar el abasto de armas usadas para confrontar al gobierno de El Salvador.

Respecto a Jorge Alexander De La Cruz, alias “Cruger de Peatonales”, se presume que llegó a México para liderar las operaciones de la MS-13 y se convirtió en el líder de la organización en el país. Además, el gobierno de EEUU lo identificó como uno de los principales involucrados en las negociaciones de la organización criminal con el gobierno de Nayib Bukele entre 2019 y 2022, pues él sería el encargado de dar órdenes a varios miembros que participaban presencialmente en los acuerdos.

Las investigaciones refirieron que, luego de las elecciones de febrero de 2019 en las que Bukele resultó electo, líderes de la Ranfla Nacional (la mayor jerarquía dentro de la MS-13) se reunieron en múltiples ocasiones con altos funcionarios del gobierno salvadoreño como Osiris Luna Meza, director general de Centros Penales, y Carlos Amílcar Marroquín Chica, director de la unidad de Reconstrucción de Tejido Social.

Las exigencias de la MS-13 incluyeron la reducción de sentencias para líderes criminales, menores restricciones dentro de la prisión para facilitar sus operaciones, control territorial y, primordialmente, que el gobierno de Bukele se negara a extraditar a los jefes de la organización.

A cambio, los dirigentes de la Ranfla Nacional se comprometieron a disminuir el número de ejecuciones públicas en El Salvador, lo que le permitiría a Bukele y su gabinete presumir los “resultados” de su estrategia de seguridad.

Finalmente, Francisco Javier Román Bardales, alias “Veterano de Tribus” ha ocupado varios puestos de mando dentro de la estructura criminal, según el documento de la Corte neoyorquina. Luego de que se ordenara su traslado a México, Román Bardales se encargó de establecer vínculos con grupos como Los Zetas, el Cártel del Golfo, Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa.

Fue gracias a la colaboración de estas organizaciones que la MS-13 no sólo pudo consolidar su control en las rutas migratorias, sino que logró abastecerse de drogas y armas.

Reportes periodísticos señalaron que el “Programa México” comenzó a tomar forma en la ciudad de Celaya, Guanajuato, entre 2014 y 2015. Sin embargo, tras la caída de varios líderes, se presume que esta asociación pandilleril se habría debilitado.

Jorge Alexander De La Cruz y Francisco Javier Román Bardales son parte de la tristemente célebre lista de los 100 más buscados por la Policía Nacional Civil de El Salvador. Y aunque versiones extraoficiales sugieren que pudieron haberse trasladado al Estado de México para continuar sus operaciones, aún no hay rastros que confirmen su presencia en dicha entidad.