Un amparo judicial aprobado en los últimos días permite a la plataforma de transporte operar libremente en la zona turística de Quintana Roo, después de cinco años de restricciones en el territorio
El amparo obtenido por Uber el pasado 12 de enero, que permite a la plataforma de transporte operar libremente en Cancún, ha creado el descontento del sector de los taxistas, que durante los últimos días han desatado el caos en la ciudad turística más conocida del Estado de Quintana Roo: carreteras cortadas, violencia contra conductores de las plataformas, pasajeros e incluso autoridades. Los conductores de taxis critican que este tipo de operaciones, las llevadas a cabo por las plataformas de transporte, vulneran sus fuentes de ingreso, y, desde que se aprobó el amparo, han pedido a las autoridades del territorio contar con certezas para salvaguardar sus trabajos.
La decisión por parte de los tribunales —que consideraron anticonstitucional las leyes de transporte en el Estado mexicano y que han supuesto el retorno de las plataformas tras cinco años— ha supuesto un revés a los taxistas de Cancún, acostumbrados a cobrar sumas desorbitadas por los trayectos más breves, como el que conecta el aeropuerto con el centro de la ciudad, uno de los más comunes entre los viajeros que llegan al territorio. Las autoridades de Quintana Roo han tratado de calmar la situación desde el comienzo de los desencuentros. “Nos coordinamos con todas las fuerzas federales de manera inmediata. Es un tema de protección civil, es muy importante decirlo. Cerrar las vías de circulación pueden ocasionar accidentes”, comentó el pasado lunes la gobernadora del Estado, Mara Lezama, ante los medios. En su intervención aseguró, además, que se están trabajando para actualizar la ley de transporte.
La inestable situación que vive la ciudad turística ha provocado que países como Estados Unidos hayan tenido que mandar precauciones para evitar los actos violentos. Desde la embajada del país se envió el pasado lunes una “alerta de seguridad”, en la que indican que “los servicios de automóviles como Uber y Cabify están disponibles en muchas ciudades mexicanas y, en general, ofrecen otra alternativa segura a los taxis”. Aunque la recomendación es clara, desde la embajada cuentan que las disputas entre estos y los taxistas “se han vuelto violentas” y que han creado “lesiones” en algunos ciudadanos estadounidenses. La gobernadora de Quintana Roo explicó que este tipo de alertas son “temporales”, y que se activan cuando ocurren sucesos del este calibre. “Estamos trabajando dando toda la información para que se quite la alerta lo antes posible y garantizar el cuidado de los y las turistas”, añadió, destacando la importancia del sector en la economía quintanarroense. De enero a agosto de 2022, el aeropuerto de Cancún fue el que más visitantes recibió en el país: 6,4 millones de turistas internacionales, un 66,9% más que en el mismo periodo un año antes.
El conflicto desatado, esta vez en México, no es una novedad a nivel internacional. En España, el descontento entre los dos bandos se desató en las dos principales ciudades. En Barcelona, el pasado 17 de enero, centenares de taxistas protestaron contra las plataformas Free Now, Uber, Cabify y Bolt para reclamar que fueran tratadas como operadoras de transporte y no puedan alterar las tarifas reguladas. En Madrid, las tensiones entre taxistas y las plataformas también se han mantenido en los últimos años, la última bronca tuvo lugar en junio del año pasado, cuando un grupo de taxistas irrumpió en un pleno para protestar contra la aprobación de una ley que permite circular en ciudad a vehículos privados que compiten con el taxi. En agosto de 2018, el conflicto provocó en Nueva York (EE UU) que la ciudad se coinvirtiera en el primer ejemplo estadounidense en el que se congeló la concesión de licencias VTC.