Tras ser rechazada por su madre al nacer y por el resto del rebaño, esta oveja ahora se cree un perro y pasea como si fuera uno en Cumbria, Reino Unido.
Su hombre es Bella y se trata de una oveja del tipo Texel X Lleyn de dos años de edad que prefiere las galletas antes que el pasto y sale a pasear con su familia como si fuera un perro.
Su ama, Gilly Chippendale, se hizo cargo de Bella y desde entonces la ovejita ha creado un vínculo increíble tanto con Gilly como con sus otras mascotas, siete perros y un gato.